¿Quieres saber cómo funciona realmente la blockchain? Con el ejemplo de “transferir 100 bitcoins a Lao Wang”, la lógica central se explica en solo un minuto:

No necesitas la aprobación de un banco. Simplemente gritas a toda la red (es decir, emites la transacción): “¡Atención a todos! ¡Voy a transferirle 100 bitcoins a Lao Wang!”

Este mensaje será recibido simultáneamente por cientos de miles de computadoras en todo el mundo que mantienen la red (los “nodos”). No existe ninguna entidad central que decida si está permitido o no.

Todos los nodos verifican al instante tu historial de transacciones: ¿Realmente tienes más de 100 bitcoins? ¿Ese dinero no se ha gastado dos veces? ¿La firma digital es tuya? Cuando todo está correcto, todos los nodos coinciden: “¡Esta transacción es válida y legítima!”

En ese momento, los “mineros” (nodos que realizan cálculos de alta intensidad) recogen todas las transacciones válidas que ocurren en la red en ese instante (pueden ser miles) y las empaquetan en un “paquete de datos” (un “bloque”). Luego compiten en un rompecabezas matemático extremadamente difícil; quien lo resuelve primero tiene derecho a registrar permanentemente ese bloque en el libro contable y recibe una recompensa en bitcoin.

El minero que lo resuelve primero anuncia inmediatamente a toda la red: “¡El bloque nº 888888 está listo! Incluye la transacción de 100 bitcoins a Lao Wang”. Al mismo tiempo genera una “huella digital” única (hash) para el bloque, la coloca como sello y también incluye el hash del bloque anterior, encadenando todos los bloques como una cadena de hierro.

El resto de nodos del mundo verifican rápidamente: el sello no ha sido manipulado, las huellas coinciden perfectamente y la cadena no está rota → una vez confirmado, todos actualizan su libro contable y la transferencia queda definitiva e irreversible.

Intentar modificar después a dónde fueron esos 100 bitcoins es prácticamente imposible: habría que modificar simultáneamente el mismo registro en más del 51% de los nodos del mundo, algo millones de veces más difícil que asaltar la cámara acorazada de un banco suizo.

En resumen, la lógica esencial de la blockchain es muy simple: sustituir el modelo tradicional de “confiar en un banco” por “confiar en algoritmos matemáticos + supervisión de toda la red”. La criptografía sella el libro contable, los incentivos económicos atraen a desconocidos a participar activamente en la verificación, logrando transacciones seguras, transparentes e inmutables.